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Las voces siguen llegando agresivas, a imponer su voluntad… caigo.
Arrastrarse
ahora es más difícil, Continúan diciendo que no confíe en nadie, que no le crea
a nadie, que todos mienten. Tal vez tengan razón
Me
pierdo entre unas silentes tierras vacuas que se evocan en mi mente, y en el
yermo sólo están palabras fragmentadas que fueron quedando atrás, pero que aún
rompen el reposo que desea mi alma cansina de existir.
Haber
llegado hasta este lugar es, de cierta manera, desconcertante. Los minutos
pasan lentos y pesados y pienso si en realidad sólo he vivido un día más o
durante ese día he tenido todas esas conversaciones, encuentros con personas,
situaciones desesperantes y una que otra de cariño, dentro de mi mente. Pero me
doy cuenta de que aquellas situaciones las viví (estoy seguro), porque son más voces de las tres que sé que tengo. Y la más impetuosa repite de
forma asesina que TODOS MIENTEN.
Abraham Aguilar